y cuando lo nuevo no acaba de nacer”
Bertolt Brecht
Nuevamente en el año 2020, este sitio retomó su sentido de refugio para Fernando, quien pasó allí sus primeros días de confinamiento por motivo de la crisis sanitaria del COVID-19. Sin embargo, como toda dificultad conlleva en sí misma inscrita la oportunidad, el artista aprovechó la ocasión y realizó un frottage en el suelo del espacio. Un rastro silencioso que atestigua la experiencia y la estadía, se transforma en el primer paso de una narrativa inefable. Esta huella le sirvió de punto de partida para generar matrices que a su vez le permitieron crear estampaciones a modo de gofrados en algunas de las obras que hoy expone aquí: formas orgánicas que se adivinan también en el trabajo que desarrollara hace dos décadas. A veinte años de su primera visita a Puerto Rico, Villena sigue entrelazando el arte y la experiencia en su práctica, bajo el entendido de que su “proyecto artístico siempre ha estado vinculado al momento vital en que se ha encontrado”.
Caminante conocido por sus derivas entre el campo y la ciudad en diversas partes del mundo, el artista continúa problematizando en su obra la relatividad y cuestiona la escala de todo con respecto de la proporción humana como punto de partida. Sus imágenes transitan entre visiones de lo macro y las formas del paisaje simplificadas por la distancia teniendo en contraposición formas geométricas, que operan como una lógica que da valor y organiza la composición, de forma similar a sus pinturas.
Una vez más, Fernando Villena regresa al Cuadrado Gris para compartirnos desde investigación visual, la relación que ha mantenido con este espacio, como si lo vivido allí y su producción visual se tratasen de una misma cosa: ejercicios de luz, de texturas, de relatos y memorias, pero sobre todo de obras que confirman que se puede transitar y salir mejorado de una crisis.
14 de octubre, 2022
Ciudad de México